Entre ventanas y pantallas

¡Hola, gente!
Sentado en el sofá, ya comienzo a dialogar con los objetos, a reírme de mí mismo, a inquietarme de tanta ausencia, de tanto silencio. 
Y aunque están siendo días de mucho recogimiento y oración, de buen uso del tiempo para componer, escribir e inventarme "payasadas" para mantenerme presente entre los chicos del cole y de mi parroquia... confieso que estoy en trance. 
¡Trance, entre el mirar por la ventana para nunca olvidarme de cómo son las calles y la gente, y el movilizar mis dedos entre las pantallas de mis dispositivos para intentar comprender lo que nos espera! Y, entretanto, pienso en que esta "epokhé" temporal nos está cambiando súbitamente, para bien o para mal. ¿¡Quién lo sabe!?
Intuyo que al salir de este paréntesis prolongado muchos correremos a abrazarnos... o, quizás, mejor nos miraremos de reojo y con desconfianza. Muchos andaremos por los asfaltos sedientos de ser pisados... o tal vez quedaremos en casa "idiotizados" por un ya instaurado modo de relacionarnos con nosotros mismos, con los otros, con el mundo. 
Lo cierto es que este "retiro improvisado" nos está cambiando por dentro y por fuera nuestra manera de relacionarnos, de mirar la vida, de sentir... ¡de amarnos!. Contactos "sin-tactos", ya inaugurados por tanto "amigo virtual" que pulula en nuestros mundos creados -las redes-. Pero, después de esto, ¿cómo nos reinventaremos, cómo comenzaremos a vivir lo que está por venir? 
Me asusta mucho que nuestros fervores momentáneos de querer ser más humanos no pasen de ser meras utopías deshinchadas al volver de esta "ficción". Me preocupa que esta "guerra con un invisible" acabe haciéndonos más bien islas incomunicadas, desiertos andantes, estériles de lo social, simples "mónadas" impenetrables y misteriosas (o más bien oscuras) de la esencia y vitalidad que hasta ahora nos hacía ser realmente humanos. 
¡En fin, hoy desempacando mis vagos recuerdos aprendidos de mis profes de Filosofía, intento escudriñar el preludio de una nueva historia, de una nueva era, de un nuevo tiempo, de un nuevo... ¡algo! 
Como no habrá conclusiones tempraneras sobre el tema, y entretanto salgo a aplaudir a los héroes de hoy, me despido hasta otro día. 
De este cura que -hoy desde el sofá- "camina" (así, entre comillas) contigo mientras cantamos (al menos por nuestros Lives). 

Comentarios

  1. Hermoso post Padre, más cierto imposible.. Lo he compartido por twitter

    ResponderEliminar
  2. Que bello primo. Saldremos de esto! Te amo.

    ResponderEliminar
  3. También lo he pensado, también me he imaginado si vamos a cambiar y cuánto. Si habrá la posibilidad en este mundo de superficialidad, de reinventarnos como SERES HUMANOS. De dejar a un lado la forma de vivir que nos está destruyendo y volver hacia dentro y reconstruir humanamente. Costaría sacrificio, de la vida tal y como la llevamos ahora. Seremos tan ok inteligentes en realidad?

    ResponderEliminar

Publicar un comentario