¡Con María, lanzo al viento un canto a la vida!

¿Te ha pasado alguna vez que quieres escribir algo a una persona especial y no hallas el modo de cómo comenzar, porque te sobran palabras, porque te basta el silencio? Pues, así estoy ahora. 

Es curioso que tantos años componiendo música de y para Cristo, y solamente he logrado hacer una canción a María (se llama De júbilo con María, y la puedes escuchar aquí: De júbilo con María (Joven Esperanza, 2005)

Podrías concluir que soy poco mariano, que me inspira poco su presencia como para hacer una canción. ¡Pero resulta que es todo lo contrario! Siempre que pienso en María, que oro con Ella, que la miro y contemplo... quedo en silencio y no me salen las palabras. Ella tiene sobre mí ese misterioso y tierno poder de Madre que me acalla y apacienta, como sólo las madres saben hacerlo. 

Les comparto que he nacido un día como hoy. Sí, es mi cumple número 40 (¡Madre, qué mayor!) Así que es parte del humor de Dios el que me haya hecho nacer el día de la Asunción de su Madre. Un regalo que se marcó en mi carne y en mi alma como una impronta imborrable. ¡María y yo, mayoría aplastante! 😄

Cuenta mi madre que durante su embarazo hubo momentos de riesgo. Como buena y fiel creyente en Maria, me ofreció a ella y, ¡Voilá! Pude nacer, y justo en su día. Desde ese 15 de agosto del 80, Ella no ha dejado de estar, jamás me suelta. Me llevó de su mano al patio salesiano donde crecí y me educaron, intercedió siempre y en todo: peligros, tentaciones, situaciones de búsqueda, vocación... ¡Y un sinfín de historias que no caben en un blog! Ella me trajo a la tierra del Apóstol Santiago, y concretamente a su Pilar. Y me trajo un 8 de septiembre, desde su Venezuela coromotana. 

Por esto y tantísimo más, cuando digo "¡María!", de inmediato se estremece todo por dentro. Es lanzar un grito de vida al viento. 
Por eso, decir "¡María!" es pronunciar un poema de liberación y júbilo reconociendo todo lo que Dios hace cada dia conmigo (¡y a pesar de mí!)
Por eso, cuando digo "¡María!", me faltan, me sobran, me significan poco las palabras y sólo es posible el silencio y la contemplación. 

Hoy celebro la vida, sí, la mía, con todo lo que hay de don y gratitud. Pero, por sobre todo, hoy celebro, celebramos la Vida en un "sí": ¡el sí de María! El "Sí", con el que se abrió para todos la Salvación de Dios, con el que una mujer pequeña y pobre entra en el Misterio Trinitario y se queda como Puente de eternidad. 

Hoy es un día para callar, para dejar que su Magníficat, -canto de vida y liberación-, se haga vida también en nosotros, para que salte de gozo nuestro corazón y se eleve hacia el Creador como incienso de aroma exquisito. Para descansar, como María, confiados en los brazos amorosos de la Trinidad, haciéndonos uno con Dios. 

Descansa, calla, camina en paz y goza de los dones que hoy renueva en ti tu Dueño y Creador. Y que tu silencio sea canto alegre por las maravillas que ha hecho, hace y continuará haciendo el Señor contigo, y a pesar de ti. 

Con María, hoy nos ponemos en camino juntos mientras cantamos. 
¡Y te pido que hoy reces por mí, que ya son 40 añetes! 🙃

Comentarios

  1. ¡A Jesús por María, felicitaciones en vuestro día!

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  2. Hermosas palabras Padre Samuel, tienen la dulzura del buen hijo que dedica su amor a su preciosa Madre Celestial.. Enhorabuena!!! Y que pase un bendecido día .. Feliz Cumpleaños !!

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