¡Haz silencio! Es Dios que balbucea

¡Feliz, esperado y Santo 2021! 

Hace unos días me encontré con un buen amigo que lleva poco tiempo de ser padre primerizo. Venía contento, lo noté por su mirada, pero se le veía algo demacrado. 
- Pero, chico, ¿qué tienes? Le pregunto con preocupación. Y me responde:
- "¡Ay, maño, es que llevo días que no duermo, cada tres horas pide de comer! ¡Esto es un sinvivir!", me decía entre bromas. 

Luego de este callejero encuentro, quedó resonando en mí eso de ser padres. En el silencio de la noche, no es el ruido en realidad lo que le llama a saltar cada dos por tres de la cama para atender a la criatura. Ni siquiera es el hecho de que se trate del llanto de un niño, a veces ensordecedor y desagradable. Lo que mantiene alerta a los papis por las noches es que ese llanto es el llanto del hijo, de "su hijo". Puede estar todo en santa calma, pero basta con que el crío estornude, y se acaba la paz en casa. ¡Es el instinto amoroso de la paternidad! (Algún papi ya me dirá algo como: "sí, padre, venga usted y atiéndame al crío unas horas, y no buscará precisamente las palabras más poéticas para referirse a la paternidad, cuando toca cambiar pañales, darles de comer..." 😂)

Me lleva esta misma reflexión a mirar desde el hijo: el primer balbuceo del niño cuando dice un  "papá" o un "mamá", es el cielo de la felicidad para los progenitores. No lo dice cualquier hijo, lo dice "mi hijo", y me lo dice a mí. De nuevo, es el misterio amoroso de la filiación. 

Si comprendemos que tal es el corazón paterno-materno de Dios, comprenderíamos también, -aunque por escasa analogía- lo que puede significar su atención y respuesta ante nuestros balbuceos. 

Ahora bien, todo se nos complica cuando pensamos en que tanto, tanto ha querido comunicarse el Padre con nosotros, que es Él quien "nos balbuceó" la noche de Navidad, quien pronunció su Palabra más preciada: su Hijo hecho uno de nosotros. Todo está sostenido por Él desde el principio, y se mantiene por Él, también en el "ahora" de nuestros días. Si olvidamos esto último, corremos el riesgo de pensar en un Dios que fue y que ya no es, que mandó a su Hijo un día para decirnos "algo importante", pero que ya no es relevante. Un Dios de poco "marketing", con poco "punch", con aires retrógrados... ¡Total, el mundo sigue igual! 

¿Crees que Dios tiene tan mala intención, que dice un dia "sí" y luego "no"? ¿O que debe actuar de acuerdo a nuestras lógicas pragmáticas y nuestros parámetros utilitaristas? Si algo define a Dios es su fidelidad, su "sí sostenido". El Dios de Jesús no es un Dios mudo, indiferente y mezquino. Es Dios hecho Palabra, y ha seguido hablando permanentemente a sus hijos. Su Espíritu sigue susurrando en las personas que buscan por sobre todo hacer el bien, vivir la solidaridad profunda y el amor entre los hermanos. El Señor habla en las acciones y gestos de "denuncia disruptiva" que hace la caridad en comedores sociales, roperos solidarios, casas de acogida, y en la atención a las madres solteras, transeúntes y huérfanos. 

Y te digo más: ese Dios "mudo e inútil" (como lo pensamos con frecuencia) sigue hoy gimiendo en la Cruz, clamando un "tengo sed" ante tanta injusticia, tanta soledad, tanto maltrato doméstico, tantas rupturas y conflictos, tanta guerra y tanta violencia. Grita de dolor ante la indiferencia de muchos, la complicidad de otros y la comodidad de quienes viven como espectadores de esta realidad que nos apabulla. Es un Dios que gime entre las llamas de fuego causadas por la insensatez de algunos poderosos en la selva amazónica, o de otros insensatos en los bosques de Australia. El Señor llora en el rápido latido de aquellos corazoncitos de 14 semanas que dejan de latir a tijerazos. ¡Ahí el Señor grita de dolor y clama tu misericordia! (Y un largo "etcétera" de palabras que pronuncia, día a día)

Solamente basta con querer escucharle, hacer necesario silencio, y sintonizar el corazón al suyo. ¡Es tan poco lo que nos pide, y tan difícil de complacerle! Pero, si tan solo supieras que en ese silencio está el Amor esperándote para ser correspondido! 

¡Ánimo, que aquí seguimos en búsqueda mientras caminamos juntos, hoy en silencio! ¡Recuerda que los silencios también son parte de la canción!

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